LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE (1917) Y LA LLEGADA DEL HOMBRE A LA LUNA
Bueno, queridos lectores, lo primero que habréis pensado al leer este título es, qué es lo que tiene que ver un acontecimiento con otro. Pues bien, realmente, todos los grandes acontecimientos históricos están interrelacionados de alguna manera. Si llegas lo suficientemente lejos, encontrarás, seguro, el nexo de unión.
Así que si quieres saber cómo están estos dos hechos relacionados, quédate a leer este post.
En 1917, debido a la débil situación de la sociedad
rusa del momento, se produjo la conocida Revolución de Octubre, también llamada
Gran Revolución Socialista. Esta fue llevada a cabo por varios grupos
comunistas liderados por Vladimir Lenin, la cual desembocó en la instauración
del primer gobierno socialista del mundo, transformando radicalmente la
sociedad rusa; que pasó del capitalismo al comunismo en su estado más puro.
Consecuentemente en 1922 se produjo la creación de la
URSS (Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas). Tras la muerte de Lenin en 1924,
surge una gran rivalidad entre Stalin y Trotski por la sucesión de Lenin en el
gobierno, la cual llegará a su fin con el exilio de Trotski y la llegada al
poder de Stalin en 1927.
Stalin llevará a cabo una forma de gobierno
autoritaria y represiva basada en un sistema político totalitario, centralismo
burocrático, estatización de la banca, socialismo para el propio país, culto a
la personalidad de Stalin, terrorismo de Estado y fuerte represión y control de
los medios de comunicación y del arte. Este modelo de gobierno era
completamente opuesto al ejercido en EEUU, cuyo modelo de gobierno era el
Estado capitalista; el cual tiene como principios básicos la defensa de los
derechos individuales; como la propiedad privada, la libertad de empresa y un
mercado competitivo basado en la ley de oferta y demanda.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1939, se firmó un
tratado de no-agresión llamado Ribbentrop-Mólotov entre los líderes de la
Alemania nazi y la Unión Soviética. Este acuerdo provocó un aumento de la
tensión ya existente entre la URSS Y EEUU.
Con el fin de la II Guerra Mundial (1945), los conflictos bélicos mundiales se ven muy reducidos debido, principalmente, a la gran pérdida de recursos y de capital, tanto humano como económico. Es por este motivo que ningún país (ni el mundo en general) podía permitirse, en tales momentos, verse envuelto de nuevo en importantes guerras con devastadoras consecuencias para la sociedad y la economía.
Por muy devastadoras que fueran las consecuencias de
este reconocido acontecimiento, las envidias internas entre los países, las
rivalidades, las ansias de dominación mundial y el deseo de poder no se
desvanecieron tras la guerra. El deseo de Stalin de propagar el comunismo en Europa
frente al de Estados Unidos de extender el capitalismo; añadido a la
adquisición de bombas atómicas por parte de los americanos sumado a muchas
otras causas; originaros el surgimiento de una nueva guerra, una guerra diferente.
La débil situación social y económica de estos años no
implicó la desaparición de las tensiones entre el país occidental y oriental;
al contrario; esta crisis mundial fue la principal causa del surgimiento de
este nuevo conflicto, la Guerra Fría.
Poco tiempo después del final de la II Guerra Mundial,
en 1945, dio comienzo la Guerra Fría; conocida como el enfrentamiento político
e ideológico que hubo entre Estados Unidos y la Unión Soviética, por querer
imponer sus hegemonías en el resto del mundo. Este poder absoluto no se podía
establecer mediante los medios previamente usados tanto a inicios de siglo (I
Guerra Mundial) como a mediados (II Guerra Mundial), sino que el objetivo
debería alcanzarse mediante logros, avances tecnológicos y demostraciones de
que un método de gobierno funcionaba mejor que el contrario.
Entre estas competencias, se encontraba la conocida “CarreraEspacial”. En un principio estuvo liderada por los soviéticos gracias al
lanzamiento del “Sputnik 2” al espacio; la segunda nave espacial puesta en
órbita alrededor de la Tierra y la primera en que transportó en ella un ser
vivo (Laika). Este increíble acontecimiento fue el impulsor del que pasó a ser
uno de los sucesos más relevantes del siglo e incluso de la historia.
Tras el impactante logro de la Unión Soviética, el
presidente de los Estados Unidos anunció que tal evento sería superado por los
americanos y, siendo fiel a su palabra, el 20 de julio de 1969, una nave
espacial estadounidense aterrizó por primera vez en la historia en la
superficie lunar, convirtiéndose Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin “Buzz” en los
primeros hombres en poner un pie en la luna; recordándose para siempre aquel
momento como “un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la
humanidad”.
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